Insólita iniciativa del gobierno que, para un obispo, alimenta la sospecha de que quieren "hacer las cosas para que se vea democrático". Las nuevas normas violan "el derecho a la libertad de religión", va en contra de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Constitución de la República Socialista de Vietnam, muestran que el propósito del gobierno es "interferir profundamente con los asuntos religiosos", continuando con una política que fomenta la corrupción y permite el abuso a las autoridades locales.

Hanoi (AsiaNews) – Los proyectos de ley del gobierno vietnamita sobre "Fe y religión" violan el "derecho a la libertad de religión", va en contra de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Constitución de la República Socialista de Vietnam, muestran que el propósito del gobierno es ""interferir profundamente con los asuntos religiosos", continuando con una política que fomenta la corrupción y permite el abuso a las autoridades locales.

Son duras - y valientes - las respuestas de algunos obispos vietnamitas a la solicitud que el gobierno ha hecho a los prelados de un comentario a algunas nuevas normas propuestas por el Comité de Asuntos Religiosos. La misma - bastante inusual - decisión del departamento de Gobierno para escuchar la opinión de los obispos y la brevedad del plazo concedido para contestar - 13 días - alimenta la sospecha de que quieren "hacer las cosas para que se vea democrática" o que desean proporcionar a los funcionarios que se ocupan de la religión instrumentos para "reforzar su control".

En el documento de la diócesis de Kontum, firmado por el obispo Hoang Duc Oanh y del emerito Tran Thanh Chung, relievan la violación de la Declaración de las Naciones Unidas y la Constitución, se establece que los proyectos de ley están también en contra de la democratización del país. "Los países desarrollados no necesitan ningún organismo encargado de las religiones". "Cada religión – se lee también - tiene sus cánones y reglas. ¿Cómo no puede ser absurdo que los "no creyentes" quieren establecer las reglas para las personas de fe?". "Esto – añaden más adelante - debe ser la tarea de los parlamentarios religiosos o atentos a la fe, y los que son verdaderos líderes religiosos, no de quienes no son creyentes".

De su parte, Mons. Joseph Nguyen Duc Hieu, vicario general de la diócesis de Bac Ninh, recuerda que la Constitución vietnamita afirma el derecho a la libertad de religión y "reconoce, respeta, protege y garantiza" el derecho de los ciudadanos a trabajar en las esferas política, económica, cultural y social.

Y al igual que los obispos de Kontum, repitiendo lo que había sostenido la Conferencia Episcopal, en el año 2013 cuando se discutía la actualización de la Constitución declaró: "Toda persona tiene derecho a la libertad de creencia y religión, incluido el derecho a seguir cualquier religión o no seguir ninguna religión, y el derecho a practicar ritos religiosos, tanto individual como comunitariamente. Ninguna religión o ideología puede considerarse obligatorio para el pueblo vietnamita. El gobierno no debe difundir puntos de vista negativos sobre la religión, ni interferir en los asuntos religiosos internos, tales como la formación, la ordenación, la transferencia del clero".

"Los actuales proyectos de ley - por lo tanto - están en contra del derecho a la libertad de religión y de fe". "Una visión general del proyecto de ley indica que va en contra de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Constitución de la República Socialista de Vietnam, que fue modificada en 2013. Se observa que los proyectos de ley son una broma en relación a la Ordenanza sobre las creencias y la religión". Eso se pensaba que era un límite a la libertad de religión. "La libertad de religión es un derecho y no un privilegio. Pero los proyectos de ley tienen muchas lagunas y limitaciones a ese derecho. Todas las organizaciones religiosas y sus personalidades, en lugar de disfrutar de los derechos legítimos, se ven obligados a pedir ejercerlos cuando quieren organizar celebraciones, formación, coordinación, etc...".

"Estos - su conclusión - son nuestros sinceros comentarios y sugerencias. Esperamos sinceramente que la ley de la fe y la religión sea un documento legal para el progreso, para la felicidad de la gente, y la más grande de toda la felicidad es la libertad de practicar sus creencias religiosas y vivir su propia vida espiritual. Sólo de esta manera la sociedad es capaz de desarrollar de manera constante y hermosa, cuando todo se propone servir a la gente en armonía con el desarrollo de la humanidad, incluyendo el pueblo de Vietnam”.